domingo, 1 de junio de 2008

"El tenedor"

"El tenedor"

El tenedor, bisnieto del tridente, amigo de la cuchara y amante del cuchillo. Brilla pues no es de madera si no de plata pulida. Trato de mirarme en el reflejo de sus puntas mas la superficie es pequeña. Me lo acerco a los ojos y me pincho la nariz, está frío y puede hacer daño. Se lo clavo a mi gato en la espalda a modo de banderilla taurina; el pobre chilla, sangra y corre. El tenedor cae. Lo recojo y con la sangre que queda dibujo un garabato en la pared…a mi esposa le gustan los garabatos, a mi gato no. Intento cepillarme los dientes con el tenedor pero me dan calambre los empastes metálicos, mejor cepillarme el pelo… que gusto. Aprovecho y me rasco los nitos.

Pruebo a cambiar el canal de la tele pero no funciona, el tenedor no tiene botones. Me lo pongo de peineta y veo que me queda de maravilla. Aprovecho el subidón de guapura y salgo a dar un paseo, a lucirme. Tras un buen rato dando vueltas no consigo aparcar, me vuelvo a casa. El gato se acerca ronroneando, frotándose con el sofá… viene a hacer las paces antes de sentarnos a comer. Le vuelvo a clavar el tenedor en la espalda, chilla, sangra y corre. Me siento en la mesa con el tenedor en la mano; hay sopa de fideos. Meto el tenedor en la sopa y consigo coger uno, me lo llevo a la boca y sabe a sangre de gato…mmm, me gusta. Me apetece comer gato. Me levanto de la mesa y voy a buscarle pero es muy escurridizo. Me siento en el sofá a rascarme los nitos. Tarde o temprano el gato volverá a tratar de hacer las paces.

Salud.

1 comentario:

pingüino en atacama dijo...

¡Qué gusto leerte!
Lo disfruté como niña, ¡qué bueno el juego con el tenedor! ha dejado de ser ese objeto banal, les has dado toda una nueva dimensión.

abrazos