
Las causas del crimen aún son algo confusas. Testigos consultados aseguran que el sargento Ramiro Jaquete era un joven equilibrado y tranquilo. Una compañera, perteneciente al personal civil, declaró: “Es un buen chico, a todos nos cae bien, pero últimamente estaba muy quemado.” El sargento se encargaba del soporte técnico de los equipos informáticos de los despachos de los altos cargos del cuartel, según relató la civil anteriormente citada (cuyo nombre no quiere que se haga público). Según nos explicó, el general Armada tenía “una sospechosa facilidad para que su ordenador dejara de funcionar y se colgara cada dos por tres”, hasta el punto de que todos los días el general reclamaba la presencia del sargento.
Otro compañero, sargento primero también, cuyas siglas son F.S.G., nos explicó lo siguiente:
“La mayoría de las veces, Ramiro lo único que hacía era apagar y volver a encender el ordenador del general y le insistía en que no era necesario que le llamara siempre, que solo reiniciara la máquina, pero es que el general (que en paz descanse), era algo bruto, y no aprendía, y Ramiro me confesó que tenía pesadillas todas las noches y que un día de estos iba a hacer una locura, pero nunca me pude imaginar algo así.”
Al parecer, el luctuoso hecho sucedió al aire libre, dentro de las dependencias del cuartel, cuando el sargento se dirigía a desayunar con algunos de sus compañeros y se cruzó con el general, el cual volvió a reclamarle que acudiera de inmediato a su despacho, porque el ordenador no le funcionaba. La testigo civil, anteriormente citada, relató lo siguiente:
“Al pobre se le puso la cara colorada, parecía que le iba a dar algo; Ramiro dijo que iría en cuanto desayunara, pero el general se enfadó y dijo a voces que de ninguna forma podía esperar tanto, que fuera inmediatamente porque no podía trabajar y tenía que hacer cosas muy urgentes, y a Ramiro se le puso la cara más roja aún, y dijo: ‘a sus órdenes, mi general’, pero en ese momento pasó por al lado uno de los mimetas y Ramiro le cogió el arma y al grito de “Reinicie, coño, reinicie”, le disparó tres tiros al general.”.
Según nos explicaron, los mimetas son los militares que visten el uniforme de camuflaje y están encargados de la seguridad del cuartel, por lo que son los únicos que van armados. Continuaremos informando cuando dispongamos de más datos.